El 1 de Noviembre de 2005 se reabría el observatorio del Rockefeller en lo alto del número 30 de la Plaza Rockefeller, mostrando un complejo de más de 16.764 metros cuadrados, con seis niveles que, por primera vez en 20 años, ofrece a los visitantes una experiencia sin precedentes en la que podrán disfrutar de amplias panorámicas de 360 grados de la ciudad de Nueva York.
Top of the Rock™ incluye tres niveles inferiores renovados y tres niveles superiores alojados en el corazón arquitectónico de los 70 pisos del Rockefeller Center, en el número 30 de la Plaza Rockefeller. El observatorio está ubicado a unos 259 metros por encima de los pasillos de los pisos 67 al 70.
El observatorio se abrió al público por primera vez en 1933. Ahora, totalmente revitalizado por Tisham Speyer Properties, ofrece un lugar incomparable desde el cual comprender y celebrar la ciudad de Nueva York.
Los distintos niveles de Top of the Rock ofrecen características punta, tales como entradas con horario reservado (reduciendo las largas filas o las grandes multitudes), exposiciones multimedia, una superficie totalmente interior de observación, y paneles de seguridad de cristal que permitirán las vistas panorámicas sin ningún tipo de obstáculos visuales, abarcando algunos de los puntos más prominentes de la ciudad, desde el Edificio Chrysler, hasta la Estatua de la Libertad, pasando por el Central Park en su totalidad y los ríos Hudson e East.
El Observatorio del Centro Rockefeller fue diseñado originalmente para evocar las cubiertas superiores de un gran trasatlántico de 1930. Históricamente, la planta 70 fue decorada con sillas de cubierta, elementos de cuello de cisne, y grandes respiraderos con la intención de simular las chimeneas de la cubierta de un barco. La restauración del siglo XXI incluye piedra caliza aserrada y paneles de flor de lis de aluminio fundido, además de otros elementos artísticos y arquitectónicos. Tishman Speyer Properties contrató a la firma de arquitectos Gabellini Associates LLP para lograr el diseño y rejuvenecimiento del observatorio, asegurando que la integridad histórica del lugar permaneciera. La visión de Gabellini incluye la mezcla de formas contemporáneas con referencias a la tradición Art Deco del edificio de 1930.
Los visitantes de Top of the Rock entrarán al complejo a través de la fachada principal, en la calle 50, entre las avenidas 5 y 6, adyacentes a la famosa marquesina ubicada a nivel de calle.
Las réplicas de los originales quioscos de bronce de venta de entradas llenarán un vestíbulo de estilo Art Deco, de tres alturas, con una escalera de caracol, que emula la grandeza de los vestíbulos originales en todo el Rockefeller Center.
En el Nivel del Vestíbulo, situado bajo la entrada de la planta calle, se encuentra la zona de venta de entradas, ofreciendo un sistema único de billetes con horario reservado, desarrollado específicamente para el Top Of The Rock. El Sistema de Venta de entradas del observatorio (ODT) ha sido diseñado para que resulte extremadamente flexible y fácil de usar. Los visitantes podrán comprar las entradas a través de internet, pudiendo de esta manera reservar con anticipación la fecha y hora de la visita deseada, reduciéndose por tanto las largas filas y el tiempo de espera. Además, habrá siete terminales en el mismo lugar para ayudar a los visitantes a adquirir las entradas de modo sencillo.
Los portadores de las entradas pueden subir al espacio de la exposición Mezzanine andando a través del atrio o bien en ascensor , mientras esperan para embarcarse en una lanzadera espacial que les llevará hasta el piso 67, podrán disfrutar de una exposición multimedia que explora la historia del Rockefeller Center, con modernas pantallas de plasma junto a un original modelo de tiliácea a escala, del número 30 de la plaza Rockefeller.
Los visitantes se embarcarán a continuación en lanzaderas espaciales, imaginarias como si fueran cápsulas de tiempo y luz. Gracias a un techo transparente de cristal, los participantes serán testigos de su propia aceleración desde el fondo del ascensor hasta el aire libre y la luz. Además, cuatro vídeo-proyectores usan el techo de cristal como superficie sobre la que se proyectan rápidas secuencias con imágenes del Rockefeller Center desde los años 30 hasta el presente. Luces azules de zafiro lanzan destellos desde el túnel del ascensor mientras la cabina va ascendiendo verticalmente, simbolizando con el paso de cada cuatro plantas, una década.
Los ascensores llevan a los visitantes al interior de la "Gran Habitación Panorámica", situada en la planta 67. Este espacio, expansivo, envolvente, introduce de una manera conmovedora un panorama de la ciudad, con vistas al norte y al sur. La gran habitación panorámica ofrece una experiencia visual adicional, un espacio de tres alturas con vistas sobre la Plaza. Estas habitaciones panorámicas y las terrazas contiguas están igualmente diseñadas para funcionar como un espacio principal para eventos especiales. Top of The Rock también incluye un espectacular espacio para eventos privados, permitiendo a los invitados la posibilidad de celebrar acontecimientos memorables.
Las escaleras automáticas llevan a los visitantes a los dos últimos pisos de Top of the Rock. Desde el piso 69 se ofrecen panorámicas completas de Manhattan al este, oeste, norte y sur, con una visibilidad aproximada de 128 kilómetros en los días despejados.
Desde el piso 70, al que se puede acceder por escaleras y ascensor, corona el edificio, permitiendo a los visitantes experimentar una vista panorámica de Nueva York de 360 grados. Con tan sólo 6 metros de anchura y casi 60 de longitud, la parte más elevada proporciona una posición estratégica, inigualable en toda Nueva York. Al terminar la visita, los visitantes pueden bajar directamente en ascensor hasta el nivel del vestíbulo y de vuelta al corazón de Manhattan.
Situado en Midtown Manhattan, el Top of the Rock brindará a los visitantes una oportunidad de apreciar la arquitectura del Centro Rockefeller y su importancia para el crecimiento de la ciudad de Nueva York. Tishman Speyer Properties se compromete a preservar y restaurar el Centro Rockefeller, centro de numerosos actos y exposiciones públicas, incluyendo las instalaciones anuales de arte público, la Exposición Internacional de Orquídeas de Nueva York, la Exposición de Automóviles de Colección de Christie’s, y la transmisión en directo del U.S. Open de tenis. Se estima que cada día unas 250.000 personas pasan por el complejo de la Plaza Rockefeller, que acoge el Árbol de Navidad más famoso del mundo.